lunes, 20 de octubre de 2008

Simeone se quedó sin crédito y se juega todo en la Copa Sudamericana


Los minutos de Diego Simeone como entrenador de River parecen acortarse con el correr de las horas, luego del duro revés que sufrió el equipo con la segunda derrota consecutiva en un superclásico.

Este era un encuentro bisagra para ambos elencos y más que nunca quedó acentuado que el ganador se llevaba la gloria y el perdedor entraba definitivamente en una crisis futbolística.

Y así le pasó a un River perdido, sin rumbo, que fue incapaz de encontrarle la vuelta a un partido que se le presentaba con inmejorables chances de ganarlo, tras la expulsión de Hugo Ibarra en el rival.

Sin embargo, el elenco de Nuñez navegó en un mar de dudas, el mismo que transitó a lo largo del Apertura y el que ponen en jaque a un "Cholo" que parece estar más afuera que adentro del conjunto "millonario".

River no sabe a qué juega y se encuentra sin rumbo, porque todos se ven sumergidos en medio de confusiones, jugadores y cuerpo técnico.

Simeone volvió a perder frente a Boca y eso fue el detonante para el enojo definitivo de los hinchas de un equipo que marcha penúltimo en el Apertura.

Sin embargo, ese no es el único detalle negativo que tuvieron que soportar, ya que también se suma la increíble eliminación de la Copa Libertadores, a manos de San Lorenzo -que remontó un 0-2 con nueve jugadores-, la salida tormentosa del último gran ídolo: Ariel Ortega, y este triste presente.

La única caricia que recibieron solamente fue la obtención del Clausura pasado, tras cuatro años de sequía. Muy poco para lo que puede aspirar un club de los denominados grandes.

Este domingo, Simeone fue blanco de las críticas, pero tampoco se olvidaron del presidente, José María Aguilar, quien en caso de que se vaya el "Cholo" ya prepara el terreno para tratar de repatriar a Ramón Díaz o Américo Gallego, en un clima que se enrarece cada vez más a medida que se acercan las elecciones en la entidad.

El DT pidió la salida de un Ortega, quien protagonizó algunos escándalos en el plano personal, pero que fue clave en la obtención del último título.

Simeone entendía que con su alejamiento el plantel iba a mejorar mucho más en el aspecto futbolístico, pero al jujeño cada vez lo extrañan más, tanto los hinchas como sus propios compañeros, quienes parecen desorientados ante tanta variante de esquemas sin sentido y cambios de nombre que no aportan ni claridad ni solución al problema.

El miércoles se viene el partido de ida con Chivas de Guadalajara y Simeone sabe que es la última chance que tendrá para lograr algo de oxígeno.

La Sudamericana aparece como un posible salvavidas para la continuidad del técnico, ya que si avanza en ese certamen podría darse una revancha con Boca y así intentar encarrilar el barco.

En cambio, un mal resultado en la copa acelerará la despedida del "Cholo" Simeone como entrenador, en lo que podría ser una situación similar a la que vivió Daniel Passarella en el ciclo anterior.

"Hay que pensar en el partido de la Sudamericana y ganar. Van a jugar aquellos que entiendan la situación", remarcó el DT en conferencia de prensa, anticipando que ese torneo podría ser el aliciente para un semestre por demás turbulento.

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