En medio de la fuerte batalla que el Comité Olímpico Internacional (COI) libra contra el doping, cuatro deportistas argentinos debieron someterse hoy a un análisis sorpresivo.
Los jugadores de básquetbol Pablo Prigioni, Román González y Antonio Porta, más el pesista Carlos Luciano Espeleta, abandonaron hoy el edificio en el que se alojan los deportistas argentinos en la Villa Olímpica para cumplir la exigencia del COI. Siete voluntarios chinos se presentaron sorpresivamente con una orden por escrito, justo cuando los jugadores del seleccionado de básquetbol regresaban del entrenamiento matutino.
En el sorteo, los elegidos fueron Prigioni, González y Porta, si bien en un primer momento se había dicho que también Leonardo Gutiérrez estaba incluido en la lista. El llamado a Espeleta, según confiaron fuentes de la delegación albiceleste, se habría producido por el especial interés que el COI demuestra con el comportamiento de los pesistas.
"En Pekín 2008 habrá entre 30 y 40 casos de doping positivos", pronosticó la semana pasada el presidente del COI, el belga Jacques Rogge.
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