jueves, 28 de agosto de 2008

ULTIMO MOMENTO Condenan a los represores Bussi y Menéndez a prisión perpetua

La Justicia condenó a prisión perpetua a los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, pero dejó para el próximo jueves la lectura de los fundamentos de la sentencia. Así, por el momento, el ex gobernador tucumano mantendrá el arresto domiciliario. Tras la lectura, manifestantes de derechos humanos se enfrentaron con la policía.
"El Tribunal decidió condenar a Bussi y Menéndez a la pena de prisión perpetua e inhabilitación absoluta por ser coautores responsables de asociación ilícita, violación de domicilio y privación ilegitima de la libertad. Imposición de tormentos agravados, homicidio agravado por alevosía, por el concurso premedita, con el fin de lograr impunidad", leyó en una de los magistrados, que además calificó los delitos como de lesa humanidad.
Los jueces también decidieron mantener "la modalidad de prisión preventiva" y postergaron hasta el próximo jueves la lectura de los fundamentos del fallo, por la desaparición del ex senador Guillermo Vargas Aignasse en 1976.
Antes de la lectura. Pocas horas antes de que se dé a conocer el veredicto en el histórico juicio contra los represores Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez, ambos ejercieron su derecho a decir las "últimas palabras" ante el tribunal que leerá su dictamen esta tarde.
Tanto Bussi como Menéndez aprovecharon sus extensas exposiciones ante los jueces para justificar su accionar durante la última dictadura. Hablaron de "guerra entre bandos" y de "lucha contra la subversión marxista".
En una exposición de poco más de media hora, interrumpida por sus pedidos de "más oxígeno", Bussi denunció que el proceso en su contra es fruto de una venganza largamente maquinada" en su contra.
Además, volvió a embestir contra el fiscal federal Alfredo Terraf, que anteayer había pedido, además de la pena de prisión perpetua, el alojamiento en cárceles comunes tanto para Bussi como para Menéndez.
"Vedetismo". "Usted señor fiscal tendrá un lugar en la historia donde no sólo tendrán cabida sus falsas incriminaciones sin fundamento jurídico alguno, sino también por su pretendido vedetismo publicitario y sus intereses políticos", lo acusó Bussi.
Por otra parte, el represor insistió con su versión, no analizada durante el juicio, de que Vargas Aignasse habría sido secuestrado y asesinado por Montoneros que, siempre según la explicación de Bussi, buscaban venganza por haber sido delatados por el ex senador provincial.
"Estado de guerra". En todo momento, el militar pidió enmarcar los hechos que se juzgan en el marco de "la guerra y el estado de sitio" que afectaba la provincia de Tucumán desde fines de 1975.
"Estábamos en una guerra entre bandos. Vivimos un enfrentamiento armado entre los agresores apatridas y la República a a través de su brazo armado", afirmó.
Antes de retirarse, entre llantos y con la voz cortada, deslizó: "Muchas gracias a los soldados tucumanos que me ayudaron a salvar a la Argentina histórica de la agresión comunista". Y concluyó: "Ahora excúseme señor juez, necesito retirarme". Enseguida fue retirado de la sala sentado en silla de ruedas.
"Asalto de asesinos". Tras las palabras de Bussi, llegó el descargo de Menéndez. "Sufrimos el asalto de los asesinos marxistas, que por orden y cuenta de la Unión Soviética y de Cuba pretendían sumarnos a los satélites del comunismo. Era la más total de todas las guerras. Y no se trataba de arrancarnos un pedazo de territorio, a lo que apuntaba la subversión era a quedarse con el alma de nuestro pueblo para someterlo a un régimen tremendo y brutal", comenzó el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército.
Enseguida, planteó que lo que denominó "la invasión armada del terrorismo marxista" constituye "una guerra injusta" y que debería ser condenada por la comunidad internacional.
En este marco, rechazó la figura de "represión". "La persecución a los delincuentes subversivos no fue represión. La subversión desató una guerra de 1960 en adelante bajo gobiernos de todos los signos", afirmó el represor. Y se preguntó: "¿De quién eran opositores estos jóvenes armados? ¿Quién los perseguía? ¿[Arturo] Frondizzi, [Arturo] Illia, [Juan Domingo] Perón?".
Misión. Entonces, llegó la justificación de la represión durante los 70. "Aplicando las leyes, las Fuerzas Armadas cumplieron la misión encomendada por la Nacion de vencer al enemigo: al acotar la guerra ahorraron sufrimientos a la Patria", indicó.
No se detuvo allí. "Y somos nosotros quienes estamos siendo juzgados Ostentamos el dudoso honor de ser el primer país del mundo que juzga a sus soldados victoriosos que lucharon por orden de y por el bien de sus compatriotas", añadió.
Infiltrados. Antes de terminar, Menéndez aseguró que "los guerrilleros" siguen "presentes" en la sociedad e incluso en el Gobierno. "Derrotados, los guerrilleros se infiltraron en la sociedad, no cesaron la guerra, sino que la iniciaron en otros campos".
"Antes, los terroristas estaban en la ilegalidad, ahora se apropiaron de la legalidad, pretenden ser ciudadanos ajustados a la ley y la Constitución Nacional y, desde el poder intentan convertirnos a su sistema esclavista", remató.
Tras las palabras del represor, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta esta tarde, cuando se leerá la sentencia. Una gran cantidad de personas siguen desde fuera de la sala de audiencias las instancias definitorias del proceso.
Destino. Hasta hoy, tanto Bussi como Menéndez gozan del beneficio de la detención domiciliaria por su edad (Bussi tiene 82 años y Menéndez, 81) y por su estado de salud y sus abogados solicitaron que lo mantengan.
Aunque pidió la misma pena para ambos represores, el fiscal distinguió el comportamiento de ambos durante el juicio oral: "Bussi es un irrespetuoso, que no asume los actos criminales que cometió. Menéndez asume su responsabilidad. No deslinda en otros y no trata de mentir. Presenta hasta cierta hidalguía si se quiere". Los abogados de los represores, en tanto, pidieron su absolución.

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