jueves, 28 de agosto de 2008

La sentencia se conocerá esta tarde: antes, Bussi volvió a llorar y a reivindicar a la dictadura

Después de escuchar los últimos testimonios de Antonio Bussi y Luciano Benjamín Menéndez antes de la lectura de la sentencia, el tribunal oral que los juzga por la desaparición del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse pasó a un cuarto intermedio hasta las 17, cuando dará a conocer su fallo. La última jornada del juicio fue abierta por el ex gobernador de Tucumán, quien, mientras leía un texto en el que insistió en sus acusaciones contra la Fiscalía y reiteró los argumentos en su defensa (habló de la "guerra" contra el comunismo y de que la orden de combatirlo emanó de un gobierno constitucional), se mostró cansado y se lamentó por las "dolencias" que le "impiden librar esta última batalla". "Sigo siendo el mismo Bussi de siempre", aseguró el hombre que gobernó dos veces Tucumán, primero designado por la dictadura y luego elegido en democracia. En silla de ruedas, con una barba de días y asistencia de oxígeno, volvió a negar las acusaciones en su contra por la desaparición del ex senador peronista Guillermo Vargas Aignasse. Y, como la otra vez que habló ante el tribunal, volvió a llorar. Después Menéndez pronunció una diatriba contra el "comunismo internacional" y la "agresión armada del terrorismo marxista" que, sostuvo, enfrentaron las Fuerzas Armadas durante la dictadura e incluso antes. También insistió en que "los derrotados (...) abandonaron la lucha armada y se mimetizaron como pacíficos civiles, pero trasladaron la guerra revolucionaria a otros campos, siguiendo la doctrina de Gramsci".Tras las exposiciones, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta las 17, cuando se leerá el falló de los vocales Gabriel Casas, Carlos Jiménez Montilla y Josefina Curi. Los fundamentos se conocerán el 4 de setiembre. Los dos militares están acusados como coautores mediatos de los delitos de lesa humanidad de violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos reiterados, desaparición forzosa, homicidio calificado, asociación ilícita y genocidio. El fiscal Alfredo Terraf pidió para los dos la pena de prisión perpetua en cárcel común. Mientras que los defensores Amalina Assaf (de Bussi) y Horacio Guerineau (de Menéndez) pidieron la absolución, aunque también plantearon que, si son condenados, se les conceda a sus defendidos el beneficio de la prisión domiciliaria en consideración de sus edades (son octogenarios) y estados de salud. Vargas Aignasse fue secuestrado en la capital tucumana el 24 de marzo de 1976 y retenido en la Brigada de Investigaciones y la cárcel de Villa Urquiza, donde se le permitió a su esposa verlo desde lejos. El 5 de abril fue, supuestamente, liberado y desde entonces figura como desaparecido. La versión de la dictadura, a la que se aferraron las defensas de Bussi y Menéndez, era que había sido "secuestrado por desconocidos cuando era llevado de regreso a su casa".

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