lunes, 23 de junio de 2008

El campo pidió suspender las retenciones móviles y Cristina dijo que define el Congreso



La Presidenta se reunió esta noche con dirigentes de las cuatro principales entidades y desde ambas partes destacaron la reanudación del diálogo. El titular de Federación Agraria afirmó que pidieron la suspensión del esquema instaurado el 11 de marzo, pero la mandataria dejó en manos del Parlamento la definición.




Hubo un cruce sobre las consecuencias de la protesta en el mercado interno. Luego de dos meses y un puñado de días, la presidenta Cristina Kirchner y los dirigentes del campo volvieron a verse las caras, en un encuentro que tuvo como escenografía el despacho presidencial de la Rosada. Tal como se esperaba, las retenciones móviles volvieron a convertirse en centro de la discusión: los ruralistas reclamaron que se suspenda el esquema, al tiempo que la mandataria retrucó que la discusión ya está en manos del Congreso.




"Se ha reiniciado una instancia de diálogo, que al mismo tiempo ha permitido que volvamos a exponer la importancia de suspender la resolución: pedimos que se deje sin efecto, y la Presidenta afirmó que ahora es el Congreso el que debe resolver", contó Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, al retirarse de Casa de Gobierno.




"Se le pidió a la Presidenta la anulación de la resolución 125: se me quedó mirando y no me contestó nada", reveló a su turno el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías. Casi en simultáneo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, le pusieron voz a la evaluación oficial del encuentro. "Fue una reunión positiva", dijo Fernández en coincidencia con la óptica ruralista.




"La señora Presidenta les propuso llevar adelante una charla franca respecto a todos los problemas del sector y les recordó que en estos cien días el gobierno nacional siguió adelante con sus acciones", agregó. La charla también incluyó reproches mutuos por la escalada del conflicto.




"La Presidenta expresó su pesar por las consecuencias negativas del conflicto", explicó el jefe de Gabinete. Y powerpoint mediante, en el que destacó que las exportaciones de granos se incrementaron durante los paros, acusó a los ruralistas de buscar con la protesta el desabastecimiento del mercado interno. La acusación tuvo una rápida respuesta.




"Había bastantes granos en los puertos antes del conflicto. Y eso fue lo que se exportó", retrucaron las entidades. "Hasta ahora es como si hubiésemos salido a la cancha, todavía falta jugar el partido y lo que no quiere el campo es volver atrás", graficó Llambías. La Presidenta había lanzado la convocatoria el sábado, a través de una carta que les llegó a los cuatro titulares de las principales entidades: Federación Agraria, Sociedad Rural, CRA y Coninagro.




Los ruralistas planeaban pedir una audiencia luego de que el viernes terminara el paro de comercialización de granos que se venía cumpliendo, pero desde la Casa de Gobierno les ganaron de mano. La invitación había sido cursada a los titulares de la Sociedad Rural, Luciano Miguens (no estuvo en la reunión por un viaje al exterior y en su lugar asistió el vice Hugo Biolcati); de Coninagro, Fernando Gioino; de Confederaciones Rurales Argentinas, Mario Llambías; y de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. Por el lado oficial, acompañaron a la Presidenta el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

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