El ministro de Justicia sostuvo que los dirigentes rurales "inventaron un gesto de dureza de Alberto Fernández cuando estaba todo prácticamente acordado". Y opinó que lo hicieron porque "es la forma que tienen ellos de sostener su condición de dirigentes".
El Gobierno volvió a acusar al campo de arruinar a último momento y de manera intencional una negociación que estaba a punto de terminar exitosamente. Esta vez, el vocero fue el ministro de Justicia, Aníbal Fernández. Según el ministro, "cuando estaba todo prácticamente acordado" en las negociaciones entre los dirigentes agrarios y el Gobierno, los ruralistas "inventaron un gesto de dureza de (el jefe de Gabinete) Alberto Fernández para justificar el paro" porque "es la forma que tienen ellos de sostener su condición de dirigentes". En declaraciones radiales, Fernández insistió, también, en que el sistema de retenciones móviles a las exportaciones de soja, trigo, maíz y girasol está vinculado a la redistribución del ingreso y es, por lo tanto, "una discusión de intereses". Y aunque admitió que no cree "que se acepte tan mansamente una acción de esas características", también dijo que "no tiene por qué asustar"."El Gobierno mira al país como un todo. Es un análisis cuidadoso y medular respecto de cada una de las acciones que tiene que llevar a la práctica como política pública. Nosotros tenemos algún derecho a analizar cómo se estudia y se piensa respecto de lo que va avanzando. Y si eso mejora o perjudica, el análisis del costo de esto queda por parte de la Presidenta" Cristina Fernández de Kirchner, agregó.El ministro rechazó, además, que el Gobierno no esté tomando el conflicto con seriedad, ya que, argumentó, la Presidenta "puso en la negociación nada menos que al funcionario de mayor rango, que es el jefe de Gabinete". Y sostuvo que el paro "tiene color político, aunque sea desde el punto de vista de la política gremial del campo".
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