Lo dijeron el jefe de Gabinete y el ministro del Interior. Alberto Fernández advirtió que los dirigentes "perdieron una enorme oportunidad" para llegar a un acuerdo. Y Randazzo también fue muy duro: "No puede ser que el exceso de expectativas que ellos tengan vaya en desmedro del conjunto del país".
Con algunas de las palabras más duras que el Gobierno planteó en el mes y medio de disputa con el campo, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, fueron los arietes mediáticos en esta segunda jornada de paro.
Fernández atribuyó la actual situación en el conflicto a una interna en alguna de las entidades agropecuarias. Y sostuvo que los diálogos ahora interrumpidos representaron "una enorme oportunidad perdida". Según él, porque los dirigentes del agro "se volvieron locos".
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